Crédito: cortesía de la marca.

Redacción T Magazine México 

El Range Rover cumple 55 años y lo celebra en México con un evento que busca más que vender autos, subrayar un legado. La conmemoración arrancó en Casa Pedregal, joya arquitectónica de Luis Barragán, con un desayuno encabezado por Raúl Peñafiel, CEO de Jaguar Land Rover México, Latinoamérica y el Caribe. Un gesto calculado que trató de reunir lujo británico y modernismo mexicano en un mismo espacio.

Crédito: cortesía de la marca.

Desde 1970, el Range Rover se ha definido como el SUV capaz de sostener dos promesas aparentemente opuestas: enfrentar la rudeza del terreno y ofrecer el refinamiento de un sedán de alta gama. Esa fórmula fue tan contundente que la industria no tardó en replicarla, aunque pocos han logrado sostener el mismo aire de distinción.

Crédito: cortesía de la marca.
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La historia del modelo ha transitado por generaciones y derivados —Sport, Velar, Evoque—, siempre con la presión de ser más que un vehículo utilitario. La realeza británica, mandatarios, empresarios y figuras públicas han hecho de él un símbolo de elegancia y liderazgo. Isabel II lo convirtió en vehículo de confianza, mientras que en otras latitudes se consolidó como emblema de quienes prefieren la discreción envuelta en poder.

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En su 55 aniversario, Range Rover busca renovar ese pacto con el lujo entendido como balance entre diseño, tecnología y desempeño. Durante septiembre, “The Range Rover Event” ofrece experiencias y beneficios en toda su gama.


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