Redacción T Magazine México
Gucci presentó en Florencia, durante el desfile Cruise 2026, un nuevo capítulo en su exploración de la comodidad y el movimiento. El modelo Shift llega como sneaker de silueta baja y refinada, donde la icónica franja Web —nacida en el universo ecuestre— se desplaza hacia un lenguaje urbano que no renuncia al lujo, que se permite ser divertido, con chispas emocionales y evocaciones de los días soleados y despreocupados.
El diseño se percibe casi como un ejercicio de contradicción, por un lado ultraligero pero también elegante, con proporciones que evocan la danza tanto como la velocidad. Para mujer, combina tela GG de malla, gamuza y detalles elásticos que rompen con la rigidez, con una suela plana que recuerda a la delicadeza de una bailarina clásica. Para hombre, apuesta por una modernidad incisiva, con la franja Web multiplicada en lengüetas, talones y costuras, sobre piel lisa, lavada o lona GG.
No es un sneaker que busque integrarse a la normalidad, sino un objeto que dialoga con la herencia de la casa y la empuja hacia adelante. Un charm dorado con el Interlocking G, costuras que sugieren dinamismo y el juego de la proporción confirman que Gucci, bajo la dirección de Demna (que estas semanas no ha dejado de sorprendérnos), no se limita a reproducir códigos históricos, sino a tensionarlos y obviamente el resultado es claro, digamos, bien sintetizado.
El Shift se inserta en un momento en el que la sneaker culture ha alcanzado su punto de saturación, pero lo hace con una propuesta distinta: ligereza como idea estética, sofisticación como condición, desplazamiento como narrativa. Un calzado que observa el presente, sin perder de vista que el lujo siempre ha sido también un modo de caminar.
