El lanzamiento se realizó en Casa Locken, del arquitecto Francisco  Artigas. Un espacio modernista que lució imponente para la ocasión.

Por Javier Fernández de Angulo

La inspiración volcánica y el poder del fuego interior. El escenario, la Casa Locken del arquitecto Francisco  Artigas en los Jardines de El Pedregal, con sus piedras volcánicas. La creadora, Christine Nagel, nariz de Hermès, quien firma un nuevo capítulo olfativo de tierra y fuego.

Un homenaje al corazón del planeta, con fuego que nos da energía y es símbolo de vida: esta fragancia es como un fuego interno. Christine dice que no solo huele, vibra, y que se siente en la piel como el calor del magma. Con notas de bergamota vibrante, madera quemada, piedras de lava, granos de café y toques profundos de regaliz, su perfume captura la conexión entre el hombre y la tierra.

Una botella con diseño de líneas puras, laca roja volcánica que parece fundirse y un tapón negro mate que evoca la roca de lava. No solo es un perfume sino una visión, una manera de crear con responsabilidad y acercarnos a las entrañas de la tierra.


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