Carolina Chávez
Concio Studio no surge como una empresa más dentro del universo del diseño, sino como un proyecto afectivo y técnico. La firma, fundada por los hermanos Luis y Francisco Sánchez, se sostiene en una idea elocuente: los espacios no se conciben únicamente para ser habitados, sino para contar algo. Y en ese tránsito —entre forma, función y relato— se mueve esta nueva casa productora que combina diseño, construcción y estrategias digitales con una naturalidad espontánea.
Luis y Francisco comparten un origen: Córdoba, Veracruz, una familia donde el diseño era conversación cotidiana, estructura emocional y lenguaje doméstico. Cada uno tomó caminos distintos —Luis como creador de contenido especializado en interiorismo, Francisco como arquitecto y constructor con dos décadas de experiencia—, pero la distancia terminó por convertirse en un punto de encuentro. De esa convergencia nace Concio, un estudio que opera desde Los Ángeles con un pie en México y otro en la intersección entre artes visuales, técnica y estrategia.
La elección del nombre no es decorativa. Concio proviene de un apodo familiar creado por su padre, hoy fallecido, para uno de sus nietos. Convertir ese gesto íntimo en identidad pública es una declaración: el diseño puede ser exacto, funcional y contemporáneo sin renunciar al pulso afectivo que origina un proyecto.
El modelo design-build que impulsa al estudio funciona como una columna vertebral conceptual y operativa. Concio acompaña cada proyecto desde la primera idea hasta la entrega final; una continuidad que permite controlar el lenguaje estético, optimizar recursos y sostener una comunicación directa con los clientes. “Cuando la técnica se ejecuta con intención, también se vuelve una forma de arte”, afirma Francisco.
El equipo se completa con Amy Gudino, diseñadora de interiores y project manager, quien aporta sensibilidad narrativa y claridad visual a cada espacio; y Juan Pablo Brenis, productor audiovisual cuyo trabajo ha consolidado el imaginario digital de @donborsch, y que hoy dirige la imagen en movimiento de todos los proyectos del estudio.
En un contexto donde las marcas de diseño compiten por visibilidad inmediata, Concio apuesta por otra cosa: procesos conscientes, estética articulada y una relación honesta con la materialidad.
