
Redacción T Magazine México
Bomboti presenta Del lienzo a la mesa, una exploración que activa el bodegón fuera de su marco habitual. Aquí, el género pictórico abandona el silencio del museo para ocupar la mesa como un organismo en movimiento. El proyecto, concebido junto a Suculenta, propone una lectura donde el alimento se entiende como materia plástica, herencia, tiempo detenido y cicatriz de origen. Nada es accesorio, todo es deliberado.
Las composiciones, guiadas por la lógica de la temporada decembrina, reúnen frutas, conservas y piezas artesanales que revelan un diálogo directo con el patrimonio culinario de México. Bomboti, ideado por MYTGLVDK como un laboratorio donde diseño y experimentación conviven sin aspavientos, sostiene la premisa de que el oficio puede ser una forma de resistencia.
Suculenta, con sede en Oaxaca y fundada por Daniel López y Paulina García, trabaja la preservación de alimentos desde un rigor casi científico. Su metodología está anclada en el respeto al ingrediente y al productor. Sus técnicas —azúcar, alcohol, aceite de oliva, fermentaciones y deshidratados— funcionan como una coreografía paciente que deja hablar al tiempo.
El proyecto incorpora una edición especial de canastos de carrizo elaborados en Papalutla, Oaxaca. Estos objetos, pensados como contenedores de abundancia, acompañan los bodegones y los sostienen sin invadirlos. La artesanía aparece como infraestructura emocional de la propuesta, más cercana al archivo doméstico que al ornamento.
Del lienzo a la mesa opera como un recordatorio de que la belleza también se resguarda en lo cotidiano. Cada elemento, ya sea recuperado, cultivado o transformado, plantea una narrativa donde el alimento se convierte en un hilo conductor entre memoria, técnica y comunidad. No se trata de escenografía, sino de una lectura íntima sobre la forma en que habitamos la mesa y lo que decidimos preservar