
Fotografía por Izack Morales
Dirección creativa y estilismo por Kira Álvarez
La Cuadra, proyectada por el premio Pritzker mexicano Luis Barragán, se convierte en un punto de encuentro para el arte gracias a la labor de otro reconocido arquitecto: Fernando Romero, creador del museo Soumaya y del proyecto del aeropuerto de México con Norman Foster. “Es un laboratorio del uso del color. Barragán admiraba las caballerizas y proyectó hacer con su maestría en las proporciones una obra perfecta, comparable a los patios de Brunelleschi”, dice sobre la obra Romero, hoy enfocado en la recuperación de archivos del maestro. “Aquí se dan todas las claves de su obra, el misterio, la belleza, el agua, la fuente, el jardín”.


Recientemente y en paralelo a Zona Maco, el espacio (con alternativas para albergar intervenciones específicas de sitio, programas de residencia, exposiciones temporales y programación pública) presentó a la artista Marina Abramovic, el principio de una programación que en el futuro incluirá a otros muchos artistas contemporáneos. Romero, además, planea dinamizar los jardines y el entorno que rodea a La Cuadra con firmas de la creación contemporánea, como la arquitecta Kazuyo Sejima.

