Redacción T Magazine México

Entre palmeras, brisa cálida y la luz dorada de Los Ángeles, The Garland es mucho más que un hotel: es una cápsula de la era dorada de California. Situado en North Hollywood, este espacio se ha convertido en una joya escondida donde la estética retro-chic se mezcla con la comodidad contemporánea, evocando un espíritu que parece sacado directamente de Mad Men.

Fundado por la actriz Beverly Garland y su esposo, el empresario Fillmore Crank, el hotel nació con una misión sencilla: crear un refugio íntimo para artistas, viajeros y soñadores. Décadas después, sigue fiel a ese espíritu. Hoy, con más de 270 habitaciones rodeadas de jardines y siete acres de terreno, The Garland ofrece lo que define como un “oasis urbano” a pocos minutos de los lugares más emblemáticos de la ciudad: Universal Studios Hollywood, CityWalk y el vibrante corredor de Ventura Boulevard.

Su estética, impregnada del diseño setentero original, combina tonos cálidos, maderas naturales y acentos anaranjados con mobiliario de líneas limpias. Cada rincón —desde el lobby hasta la piscina al aire libre— respira esa nostalgia californiana reinterpretada para una nueva generación.

Pero la historia no termina en sus habitaciones. El corazón del hotel late en The Front Yard, su restaurante insignia que este año celebra una década de sabor e innovación. Con un menú que rinde homenaje a la diversidad gastronómica angelina, el espacio combina lo relajado del brunch al sol con la sofisticación de una cena al aire libre entre luces colgantes y copas de vino rosado.

“The Front Yard nació del deseo de crear un espacio donde la comunidad se reuniera”, explican sus anfitriones. “Diez años después, seguimos celebrando esa energía: el sabor de Los Ángeles en cada plato, la calidez del servicio y el espíritu relajado que define nuestra ciudad.”

Los huéspedes también disfrutan de detalles que consolidan la fama del hotel como destino boutique: un trolley gratuito que conecta con Universal Studios Hollywood,CityWalk y la estación de metro Universal City, además de amenidades como piscina, jacuzzi, gimnasio, valet, tienda de regalos y más de 20,000 pies cuadrados de espacio para eventos.

La experiencia es, ante todo, multisensorial. Desde los aromas del jardín y el diseño interior hasta el sonido del tranvía que parte hacia Universal Studios, The Garland encapsula una forma de hospitalidad que combina nostalgia y modernidad. “Queremos que cada huésped se sienta parte de una historia —una historia con alma californiana, música suave y una copa de rosé al atardecer.”

A diez años de la apertura de The Front Yard, The Garland reafirma su lugar como uno de los espacios más encantadores del sur de California: un hotel-refugio que conserva el glamour del pasado y lo traduce en experiencias sensoriales del presente.


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