
Redacción T Magazine México
Sí, definitivamente, amamos el invierno, las montañas se convierten en escenario de una elegancia distinta: una que busca la calma en vez del exceso. Los destinos de esquí más exclusivos del continente vuelven a despertar con la promesa del vértigo y el placer, y Preferred Hotels & Resorts —la red de hoteles de lujo independientes más grande del mundo— reúne cinco direcciones donde el lujo y la naturaleza se equilibran con precisión.
Desde las cumbres de Colorado hasta las montañas nevadas de Utah, estos hoteles no solo ofrecen acceso privilegiado a pistas legendarias, sino también un nuevo sentido de hospitalidad invernal. Son espacios donde el après-ski se transforma en ritual, y cada atardecer sobre la nieve se siente como una escena cinematográfica.

MOLLIE Aspen, Colorado
Aspen sigue siendo el epicentro del invierno elegante. Entre boutiques, galerías y chimeneas encendidas, el MOLLIE Aspen propone una estética cálida y contemporánea, con interiores en madera natural, arte local y una atmósfera que equilibra el confort con la autenticidad. Ideal para quienes buscan descanso y diseño sin renunciar a la sofisticación.
Edgewood Tahoe, Nevada
A orillas del icónico Lago Tahoe, este refugio combina las virtudes del aire puro de montaña con el lujo clásico americano. Las habitaciones miran hacia el agua y el bosque, mientras el spa —rodeado de ventanales panorámicos— invita a perder la noción del tiempo. Es un destino pensado para quienes disfrutan tanto del esquí como de la contemplación.

The Lodge at Blue Sky, Park City, Utah
Entre valles cubiertos de nieve, este hotel ofrece una experiencia de lujo discreto, basada en el respeto por la naturaleza. Cabalgatas invernales, rutas de senderismo sobre hielo y cocina local de temporada se combinan con un diseño que celebra los materiales naturales y el silencio del entorno.
The Little Nell, Aspen, Colorado
Una institución en el mundo del esquí de lujo. Con acceso directo a las pistas y servicio impecable, The Little Nell mantiene su estatus gracias a su atención al detalle: vino en la habitación, tratamientos personalizados y una gastronomía que honra el paisaje. Es el punto de encuentro de quienes entienden el lujo como una forma de discreción.


Stein Eriksen Lodge, Deer Valley, Utah
Nombrado en honor al legendario esquiador noruego, este hotel es sinónimo de tradición alpina y elegancia atemporal. Sus techos inclinados, vigas de madera y chimeneas de piedra evocan la calidez de los refugios clásicos, pero con el refinamiento contemporáneo que caracteriza a los grandes destinos del invierno.
En todos ellos, el lujo no reside únicamente en el diseño o el servicio, sino en la capacidad de conectar con el entorno. Es el arte de vivir el invierno con lentitud, entre montañas que invitan al recogimiento y paisajes que enseñan el valor del silencio.