Por Alfonso Parra

Me atrevería a decir que no hay chef de esta selección más simpático que Rodney Cusic. Siempre atento, divertido y con una chispa muy personal, es fácil imaginarlo conquistando a Mercedes Bernal tras haberse conocido en 2010 en Nueva York. Él acababa de terminar sus estudios en el International Culinary Center y ella aún continuaba con los suyos. Se habían visto lejanamente y tenían amigos en común.

“Realmente nos conocimos un día en el bar de un restaurante donde él trabajaba que se llama Double Crown, en Bowery St. Cuando terminó su turno, llegó a la mesa donde yo estaba con un amigo en común y, a pesar de que en un primer momento fue incómodo para ese amigo, en realidad terminamos platicando más Rodney y yo. Como vivíamos relativamente cerca, nos fuimos caminando y hablamos mucho. Después de esa noche, comenzamos a salir, nos fuimos unos años a Italia e Inglaterra y en 2013 regresamos a Nueva York, donde nos casamos”, relata Bernal.

Unos años después, en 2017 y ya de regreso en México, abrieron Meroma, restaurante ubicado en la esquina que conforman las calles Colima y Córdoba, en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, en un momento en el que aún no existían en la zona la cantidad de restaurantes que hoy llenan los alrededores.

La cocina de su restaurante está pensada con un enfoque contemporáneo, contemplando un amplio rango de técnicas y con un especial interés en los productos de la tierra y el mar de México, que siempre buscan que sean al mismo tiempo sostenibles y representativos de su entorno.

La barra, situada en la planta baja del restaurante, es el lugar ideal para darse una primera impresión de la propuesta de mixología —con muchos clásicos revisitados de la época dorada de la creación coctelera—, y de los vinos por copa seleccionados detalladamente por Cusic, quien a lo largo del año viaja para visitar distintas regiones vinícolas y así entender y conocer de cerca a productores y distribuidores. Una vez en el salón, en la planta superior y con vistas a la calle Colima, es el momento de disfrutar de propuestas muy especiales. Entre las entradas destacan la terrina de foie gras, el crudo del día o el camote amarillo a las brasas.

Las pastas merecen también una mención, con el tagliolini con ragú de conejo, pimientos rostizados, aceituna cerignola y perejil como gran protagonista, un plato que convive en el menú con el cordero al grill o la jaiba suave de Veracruz. En los postres, la tarta de leche de cabra condensada o el merengue tostado con higos son imprescindibles. Platillos, en definitiva, que representan la esencia de la cocina que a Bernal y Cusic les gusta disfrutar: con muchas texturas, acidez y profundidad.

En la actualidad, Bernal y Cusic viven felices su etapa como padres de Tomás mientras continúan madurando nuevos proyectos para el año 2026.


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