
Redacción T Magazine México
Desde hace más de dos siglos, The Macallan ha construido un legado inconfundible en Speyside, Escocia. En un mundo dominado por blends industriales, la marca se mantuvo fiel a la pureza del single malt, apostando por un camino sin colorantes, sin atajos y con una confianza absoluta en la madera y el tiempo.
Cada detalle ha sido parte de su estándar de excelencia: destilación en alambiques pequeños, selección artesanal de barricas sazonadas con jerez y una filosofía que entiende que el 100% del color y gran parte del sabor provienen únicamente del roble. Así, cada expresión se convierte en un relato irrepetible.


Las colecciones actuales —Double Cask, Sherry Oak, Rare Cask— son herederas de esa visión y, al mismo tiempo, la proyectan hacia el futuro. La reinterpretación visual de David Carson traduce este espíritu en un lenguaje arquitectónico y artístico que conecta tradición con contemporaneidad.
La evolución de The Macallan no se limita al whisky: la marca impulsa iniciativas de trazabilidad y sostenibilidad que buscan que el legado también sea ambiental. Como resume su Brand Ambassador en México, David Zambrano: “The Macallan no solo destila whisky. Destila tiempo, paisaje y legado”.