La marca es una línea de calzado de lujo tejido a mano por artesanos mexicanos. Crédito: cortesía de Macavuana.

Por Carlos Celis Estrada

Hace más de 7 años que Stephanie Gardner viajó de California a Oaxaca y quedó enamorada de la técnica empleada en los diversos tejidos de la región. Ella, una estudiante de diseño sostenible, graduada de UC Berkeley, quería desarrollar un proyecto creativo, pero también quería lograr algo con impacto social.

Empezó a trabajar con diversas comunidades, impulsando proyectos que llevaran trabajo sostenible a los artesanos, hasta que decidió mudarse a nuestro país en 2021 y así fue como surgió la idea de crear Macavuana, una línea de calzado de lujo tejido a mano donde cada persona que está involucrada en el desarrollo del producto recibe un salario justo.

“Es un producto de lujo. Y lo definimos como un producto de lujo porque para nosotros es muy importante que todos trabajen con dignidad”, comparte con T Magazine México. “Lo que hacemos es totalmente artesanal, totalmente hecho a mano. Es algo que busca traer trabajo sostenible a comunidades de artesanos en México”.

Stephanie trabaja con tejedores de La Mixteca oaxaqueña, con quienes ha logrado adaptar sus tradiciones de tejido de palma en tejidos de piel para zapatos. Y como trabajar con tejedores es parte esencial de este concepto, ha aprendido a diseñar dentro de los límites de lo que es posible con cada tipo de tejido.

Zapatos hechos con materiales sostenibles, alineados con los valores de consumidores responsables. Crédito: cortesía de Macavuana.

“Sí tuvimos un proceso largo de prueba y error para convertir este tipo de tejido en piel y en algo que funcionara para los zapatos”, nos cuenta. “Y no es solamente la parte del tejido porque a mí me importa mucho que el zapato sea cómodo, ¿sabes? Un zapato que no tiene función, no tiene razón de ser. Yo quería hacer una suela ergonómica, algo que tuviera apoyo en el arco. Y lo que tenemos ahora es un producto de lujo artesanal mexicano, muy único y muy especial. Y muy funcional”.

Macavuana usa materiales sostenibles y está alineada con las tendencias de la moda que apoyan a proyectos conscientes y que piensan en los valores de los consumidores. Pero al mismo tiempo, busca apoyar a otras mujeres creativas. Stephanie trabaja de la mano con Flor García, la más joven de una familia de artesanos de Oaxaca, y juntas han adaptado sus habilidades y técnicas.

“Cuando empecé el proyecto, para mí era muy importante aprender a hacer un zapato para que yo entendiera exactamente cómo hacerlo, cómo mejorarlo. Estar muy involucrada en este proceso de diseño”, explica la directora creativa y fundadora de Macavuana. “Entonces, yo hago siempre las primeras muestras y vienen muy de mi creatividad, de cosas que a mí me gustaría usar”.

Tejedores de la La Mixteca oaxaqueña, como la familia García, son parte esencial de esta marca de moda. Crédito: cortesía de Macavuana.

Cuando Stephanie le presentó el proyecto a la familia García, a Juan le gustó la idea de crear un producto nuevo, diferente de las canastas tradicionales y que resultara novedoso para los jóvenes de la comunidad, algo que los diferenciara de las generaciones anteriores de artesanos. Fue así que le entregó el proyecto a su hija Flor.

“Tienes que trabajar dentro de los límites de lo que es posible porque con los tejidos no se puede hacer de todo”, continúa Stephanie. “Entonces, tenemos un zapato de palma y la palma es un material increíble, súper sostenible, pero sí es un material un poco rígido y solamente se pueden hacer ciertos tipos de diseños con eso. Y después hay que trabajar en los límites de lo que los artesanos pueden hacer”.

Stephanie Gardner ha creado muchas relaciones de largo plazo con artesanos en la región mixteca oaxaqueña con los que sigue trabajando. De esta manera, ha logrado crear con Macavuana un proyecto único: “No hay alguien haciendo exactamente lo que hacemos nosotros”, asegura. “Entonces, hay mucho interés de los mexicanos, y también de extranjeros”.


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