Redacción T Magazine México
Para el lanzamiento de su colección Gucci Cruise 2026, la casa de moda adoptó a la ciudad de Florencia una vez más. Volviendo a su lugar de origen, Gucci está en busca de su propia “Cuna del Renacimiento”. Fundada aquí en 1921, la firma continúa inspirándose en la ciudad de la eterna primavera.
Florencia es fundamental para la cultura de la moda y para la propia Italia, un lugar que permite construir el futuro sobre el pasado, y como hogar de Gucci y su perdurable legado artesanal y comercial, Florencia sirve como escenario emblemático para la última colección y desfile Cruise.
Y si para Gucci existiera una máquina del tiempo, esa sería el Palazzo Settimanni del siglo XV, sede del Archivo Gucci, un espacio vivo y dinámico que da forma al pasado, presente y futuro de la firma. En la colección Cruise, presentada en el Palazzo, la influencia del archivo y la rica historia de Florencia se han asimilado en una mezcla divertida que abarca desde lo minimalista hasta lo maximalista.
Con una nueva colección de alta joyería, cocreada con Pomellato, el legado de marroquinería de Gucci se explora aún más gracias a una artesanía meticulosa y una gran atención al detalle, inspirándose en los diseños de archivo de Pomellato de 1984. El cuero, el oro y los diamantes pavé se unen en un collar y un minaudière, en esta colección llamada “Monili”, que significa “joyas” en italiano, y que se presentó sobre las pasarelas.
Como final sorpresa de este desfile nocturno, las modelos caminaron hacia la plaza exterior, enfatizando ese sentido distintivo del estilo italiano caracterizado por la “sprezzatura” (la perfección imperfecta, una naturalidad estudiada), una forma de vivir y vestir que ha sido parte integral de la estética de Gucci desde sus orígenes.
