Redacción T Magazine México

Desde Ecatepec hasta los escaparates de Levi’s, el trazo de Maldito Perrito —nombre artístico de José Fabián Estrada— sigue siendo una radiografía de la Ciudad de México y su periferia. Su línea, reconocible por la energía con que retrata el transporte público, los vendedores ambulantes, los perros callejeros y la cotidianidad urbana, llega ahora a un nuevo soporte: el denim.

Su colaboración con Levi’s x Corona Capital traslada esa mirada crítica y afectiva al universo de la moda. “Hasta ahora solo podría decir que me gustaría ver cómo quedó porque no me lo imagino”, confiesa entre risas. “A veces, cuando termino un dibujo, me quedo un buen rato viéndolo, tratando de contarme una historia.”

Romper la distancia entre el arte y la calle es una constante en su trabajo. Desde sus murales hasta el icónico boleto del Metro ‘Si ya no cabe, no sea necio’, Estrada ha sabido colarse en lo cotidiano para dejar una huella colectiva. “Solo había hecho antes una colaboración para playera y paliacate con otra marca, y pues sí se siente bonito ver tus dibujos en otro formato que no sea la pantalla o el papel. Espero poder encontrarme algún día con alguien en la calle que lleve uno de mis dibujos.”

El pulso de Ecatepec

Egresado de Diseño Gráfico por la UNITEC Ecatepec, con maestría en Ilustración, el artista ha construido una narrativa que parte de su territorio de origen. “Ecatepec lo llevo a donde vaya”, dice. “Pero en este caso siento que es otra cosa, porque este festival es en la ciudad. Su presencia estará en los asistentes que vayan del Estado, en toda la fuerza de trabajo que se mueve a estos eventos: desde vendedores ambulantes hasta quienes venden cerveza entre la multitud.”

La mirada de Maldito Perrito nunca es condescendiente. Su obra, nacida de la experiencia cotidiana, reivindica aquello que suele ser invisible. “Intenté crear imágenes relacionadas con esos conceptos: multitud y convivencia”, explica sobre los diseños que se verán durante el festival. En sus trazos hay movimiento, pero también memoria. Aunque asegura no haber asistido a muchos festivales, su enfoque se basa en observar y recordar: “Solo traté de recordar más o menos cómo fue estar ahí.”

Del barrio al brief

En esta colaboración, el artista se enfrenta a una pregunta inevitable: ¿cómo conservar la honestidad social de su obra dentro del marco de una marca global? Su respuesta es clara. “La colaboración responde más a un brief de trabajo en el que solo tuve que reflejar la convivencia en un festival.” No hay impostura, sólo coherencia: su trazo se adapta al contexto sin diluirse.

Consciente de los límites de la industria, Estrada distingue entre los encargos comerciales y los proyectos con dimensión social. “Hasta donde tengo entendido, esta producción en particular no tiene esa parte comunitaria”, reconoce con naturalidad. Sin embargo, su obra lleva implícito un gesto político: visibilizar la vida de quienes sostienen el ritmo de la ciudad.

“Que dentro de esa multitud de gente se volteen a ver entre ellos, lo que son y reconocerse en el otro tal vez”, dice cuando se le pregunta qué le gustaría provocar en quien vista una de sus prendas. Ese espejo, que devuelve dignidad a lo cotidiano, es el verdadero hilo conductor de su práctica.

Dibujar la memoria colectiva

Desde sus inicios, Maldito Perrito ha transformado la crudeza urbana en una poética visual. En 2017 publicó Ecatepec (Ediciones Hungría), una crónica ilustrada del entorno que lo vio crecer, y en 2018 su boleto conmemorativo del Metro se volvió símbolo del caos y la ironía capitalina. “Disfruto mucho dibujar, no pienso en la permanencia que tendrá mi trabajo”, dice. “Si a alguien le gusta, lo volteará a ver o lo recordará, pero nada más.”

Esa humildad frente al legado es, paradójicamente, lo que consolida su autenticidad. “Estoy muy orgulloso de haber nacido y crecido en las calles de Jardines de Morelos, Ecatepec, y que eso me haya formado visualmente.” Su trazo —áspero, directo, con una sensibilidad que atraviesa la denuncia— es también una celebración de la identidad periférica: un lenguaje que no busca complacer, sino narrar.

La cápsula con Levi’s no es un giro comercial, sino una extensión de su territorio simbólico. Lo que para otros sería una incursión en la moda, para él es un nuevo muro, un nuevo boleto, una nueva calle donde sus personajes pueden habitar.

Una poética de la multitud

La energía del arte y la música se funden en esta colaboración pensada para el Corona Capital 2024, donde sus ilustraciones acompañan el ruido, el cuerpo y la convivencia.En un contexto saturado de imágenes digitales, su trazo manual actúa como un recordatorio de lo esencial: el vínculo humano.

Quizá por eso su trabajo resuena más allá de las prendas o los muros. Es un retrato de lo que somos cuando nos vemos reflejados en los otros. En ese gesto —tan simple y tan necesario— se cifra la verdadera elegancia de la periferia.


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