Dulce Pinzón es una fotógrafa mexicana que ha expuesto en América, Europa, Asia y Oceanía. Crédito: cortesía de la artista.

Por Carlos Celis Estrada

Nacida en la Ciudad de México, la fotógrafa Dulce Pinzón se trasladó desde muy pequeña a Puebla con su familia, el lugar donde realizó sus estudios básicos. 

“Esa fue la primera vez que asimilé un nuevo territorio y un nuevo contexto de vida”, comparte con T Magazine México desde su actual residencia en Montreal.”Siempre he sido como una nómada autoexiliada, desde que nací”.

Para 2006, e instalada en el barrio de Williamsburg en Nueva York, Pinzón completó la serie fotográfica “La verdadera historia de los superhéroes”, un trabajo que se volvería emblemático dentro de su trayectoria artística, y en el que ilustra los diversos oficios ocupados por trabajadores mexicanos en Estados Unidos.

Con los años, tal serie ha cobrado vida propia y ha probado su trascendencia al ser redescubierta de manera cíclica por cada nueva generación. “El mensaje se amplifica y llega hasta lugares donde tú no puedes controlarlo”, explica. “Es muy interesante, porque cumplió su círculo completo. Desde lo que yo quise decir sobre la dignificación de las personas hasta la parte de la comercialización, que es practicamente todo el circuito del arte”.

T Magazine México: Imagino que debes sentir algo especial al saber que un tema tan crucial para nuestros tiempos, como la migración, es algo que has vivido y entiendes bien.

Dulce Pinzon: Siempre digo que soy una migrante de las que llegó en avión. Pero de todos modos, vivía muchas de las mismas dinámicas que viven los migrantes invisibilizados y precarizados por el sistema. Claro que hay una asimilación distinta y oportunidades, bendiciones, etcétera, que hacen que me responsabilice con esta situación que aún comparto.

Tu serie fotográfica  revive otra vez, pero ahora con Trump y sus políticas migratorias.

D.P.: Justamente por el tema que estamos viviendo de este fascismo terrible, ¿no? Tuve que hacer una parada en la línea que estaba trabajando y darme otra vez esta vuelta para retomar el tema de los superhéroes, porque antes pasamos por situaciones que no requerían retomar los valores de este proyecto con tanta urgencia.

(Izq.) The collector. (Der.) Blood on snow,  de la serie “I Told you Not to Talk About THAT”. Crédito: cortesía de la artista.

Se podría decir que, por “La verdadera historia de los superhéroes”,  te ha tocado experimentar en vida el impacto que puede tener el arte en las personas.

D.P.: De hecho, en algún punto ya le tenía como que un amor-odio, porque además se volvió una práctica referencial de una connotación incómoda hacia mí. Tengo otras cosas en mi mente, y mis inquietudes y mis frustraciones van cambiando. Obviamente, le estoy súper agradecida y ahora reconocerla es importante. Estoy moralmente obligada a reintroducirla a nuevas generaciones, amplificarla, porque lo que estamos viviendo no es para menos y yo, siendo  -como lo pongo en mi Instagram- una agitadora social y una contestataria, no puedo quedarme pasiva en mi burbuja canadiense, ¿no?

En tu proyecto de galería, ArtBase, también involucras a artistas que vienen de distintos puntos geográficos.

D.P.: Empezó como una galería en Puebla. El proyecto terminó después de la pandemia, por obvias razones, pero salió la oportunidad de venir a vivir a Canadá, a Montreal, donde ahora resido por casi cuatro años. Entonces, el proyecto vive de forma digital y eso también me permite estar vigente en el circuito del arte. Abrimos el concepto y ahora representamos a artistas en diáspora: mexicanos, americanos -neoyorquinos para ser más precisos- y québécois. Esa es la línea, y que tengan un discurso y una vena social.

Sobre la diversidad de temas que has abarcado en tu práctica, luego tomaste otra ruta muy intimista para hablar de cosas que tú sientes como mujer 

D.P.: Empezó con el tema de “The Wonderful Life of Andy”, porque yo estaba viendo otras cosas como la ecología y el medio ambiente con “Historias del paraíso”, pero se me apareció ella. Apareció en mi vida y se quedó por 10 años. Nos quedamos la una con la otra prendadas de nuestro brujismo e hicimos esta serie maravillosa que yo no le tenía nada de confianza. De hecho, la escondía. Me daba mucha vergüenza haberme dado el lujo de hacer esas tomas después de lo que venía haciendo. Hasta la galería que me representaba, la de ese momento -que no voy a decir cuál-, me dijo que qué estaba haciendo.

¿En serio? Pero tú ya estabas explorando temas de femineidad, y si nos metemos a los feminismos obviamente era muy relevante.

D.P.: Pues me acuerdo que me ofrecieron una exposición en Brasil, algo de toda Latinoamérica que hablaba sobre el espectáculo, la ficción y la telenovela. Pero era un simposio gigante a donde fueron Graciela Iturbide, Sebastián Salgado y de todos los países latinoamericanos. De verdad que yo me sentía muy acomplejada. Y después,  platicando con Graciela Iturbide, me dijo “Dulce, me encanta tu proyecto, admiro muchísimo este salto cuántico, tu valentía”. Evidentemente lloré, porque una mujer reconocía a otra mujer y me empoderó muchísimo. Y un par de meses después me dieron mi primer Sistema Nacional de Creadores, para “The Wonderful Life of Andy”.

Natural Beauty de la serie “The Wonderful Life of Andy”. Crédito: cortesía de la artista.

Yo diría que toda esta última parte de tu obra conecta con lo femenino. Por ejemplo, la nueva serie que estás trabajando, “I Told You Not To Talk About That”.

D.P.: Es que me encanta todo lo que supuestamente está mal para el mundo, pero que en realidad está bien. Son temas que de repente pienso que han sido tabú o que en ese momento era innecesario discutirlos, o más bien era incómodo hablarlos.Mis amigas me decían que yo era muy “inoportuna” y me dolía mucho esa palabra. Recuerdo que la busqué en el diccionario y decía cosas muy, muy feas. O sea, yo trataba de no ser inoportuna pero ahora me celebro por serlo. Es muy oportuna, más bien: “¿Por qué hablas de estas cosas?” O sea, “no mames, ¿por qué hablas de la menstruación ahorita? ¿Por qué estás hablando de la menopausia?”. Estoy haciendo performance conmigo misma y mis hijos, que ya están más grandes, y mi marido que es un lujazo, ellos hacen las fotos de registro donde ahora yo soy la protagonista de mi propia historia y utilizo mis recursos corporales porque estoy celebrando que voy transicionando dentro de una etapa donde todo el sistema y la humanidad están obsesionados con la belleza, con la juventud y con no envejecer.

¿Cuándo vas a estrenarla?

D.P.: Está en proceso. Mira, mi concepto es que la voy a explorar. La empecé a explorar mucho antes de la premenopausia y la estoy compartiendo con muchos colegas que admiro, que quiero y que me dan sus opiniones. Me ayuda mucho construirla así porque son pautas, criterios que a lo mejor yo no veo, lugares a donde yo no llego, y eso me va acotando porque es algo muy personal.

Regresando a los “superhéroes”, una de tus fotos se está utilizando como imagen del  Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) aquí en la Ciudad de México.

D.P.: Ellos eligieron esa foto, dentro de varias de la colección, como una campaña para todo el campus. Para recibir a los nuevos estudiantes, para invitar a la comunidad a que vaya al MUAC. Y ahora, con lo que pasó, pues todo el mundo va a querer ir a ver.

Superman. Noé Reyes, originario del Estado de Puebla, trabaja como repartidor de comida rápida en Brooklyn, Nueva York. Manda 500 dólares a la semana. Crédito: cortesía de la artista.

¿Qué opinas de esas manifestaciones en la UNAM y los daños al museo?

D.P.: Es que en este momento todo el mundo está bien frustrado, ¿no crees? Hay gente que necesita gritar, ¿y qué haces? No lo justifico, pero también entiendo su indignación sobre muchos temas y su falta de poder. Pero el museo, en ese sentido, ha sido un espacio muy plural y muy valioso, súper valioso para toda Latinoamérica y para el arte.

¿Qué otros proyectos tienes ahora mismo?

D.P.: Todo lo que estoy exponiendo ahorita son los superhéroes. En Ojai, California, y en la Ciudad de México. Este proyecto se había quedado en la arena de lo institucional y el coleccionismo, pero ahora necesito amplificarlo masivamente. No había merch, hubo unas postales y unos libros. Un japonés en Nueva York me planteó alguna vez hacer t-shirts, pero no le quise entrar. Ahorita llegó el editor correcto, con la editorial correcta y en el momento correcto, y entonces nos vamos con un nuevo libro. En su momento fue un proyecto que tuvo una resonancia muy grande y fue muy mediático, pero ahora necesito reactivarlo para públicos más amplios.

“La verdadera historia de los superhéroes” es parte de la colección del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM.

Dulce Pinzón abrirá diversas muestras próximamente:  4 de septiembre en Radio Roma (Ojai, California) y Jazzatlán Capital (Ciudad de México), y el 24 de septiembre en Ricardo Reyes ARTE.


TE RECOMENDAMOS