Ritta Trejo / Cortesía de Gallina de Guinea.

Redacción T Magazine México

Entre las calles empedradas y los patios silenciosos de San Ángel, abrió sus puertas Gallina de Guinea, una librería que propone algo tan simple como necesario: leer para entender la comida, escribir para saborearla mejor. Concebida por Andrea Arbide, cocinera y lectora apasionada, el proyecto surge del deseo de unir dos lenguajes universales, el de los libros y el de la mesa.

Con más de mil quinientos títulos, su catálogo traza un recorrido sensorial por la cultura gastronómica del mundo. Hay recetarios, crónicas, ensayos, novelas, poesía y ediciones antiguas que invitan a explorar la comida desde la emoción, la memoria o la estética. El espacio, luminoso y cálido, recuerda a un comedor familiar más que a una librería tradicional, con mesas que invitan a quedarse, conversar o leer mientras se toma café.

Ritta Trejo / Cortesía de Gallina de Guinea.
Ritta Trejo / Cortesía de Gallina de Guinea.
Ritta Trejo / Cortesía de Gallina de Guinea.

Después de quince años trabajando en restaurantes como Rosetta, Arbide decidió crear un lugar que continuara la conversación más allá de la cocina. “Gallina de Guinea nace del deseo de entender la comida no solo como algo que se cocina, sino como algo que se piensa, se escribe y se cuenta”, explica. Su visión se traduce en una librería viva, donde los libros son punto de partida para encuentros, talleres, presentaciones y lecturas colectivas.

El proyecto no se limita a vender libros, busca construir comunidad. En noviembre de 2025 celebrará la primera Feria del Libro Comestible, una cita dedicada a la cultura gastronómica que reunirá a editoriales, chefs, escritores y lectores en torno a la palabra y el sabor. Será, como todo en Gallina de Guinea, una celebración de la curiosidad y la conversación.

El nombre evoca un animal doméstico, curioso y libre, una metáfora del espíritu del lugar. Porque aquí, entre los estantes, se confirma que leer también es una forma de alimentarse.


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