
Redacción T Magazine México
La ciudad japonesa de Osaka abrirá sus puertas a la Exposición Universal 2025, que se celebrará entre el 13 de abril y el 13 de octubre en la región de Kansai. Bajo el lema “Diseñar la sociedad del futuro para nuestras vidas”, la muestra internacional busca explorar tres ejes esenciales: salvar vidas, potenciar vidas y conectar vidas.
Con la participación de decenas de países —aunque con la ausencia de México— y de organismos internacionales alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Expo se perfila como un espacio de encuentro entre ciencia, tecnología, cultura y creatividad.


El corazón del evento será el Gran Anillo, una estructura circular de 675 metros construida íntegramente en madera con técnicas japonesas tradicionales y contemporáneas. Reconocida ya por el Guinness World Records como la mayor estructura de madera del mundo, se erige como símbolo de unión y visión global.
Otros espacios destacados son el Expo Hall, auditorio coronado por un techo brillante, y el Ray Garden, escenario de los Días Nacionales de cada país. Cada pabellón será un manifiesto de identidad cultural y una propuesta de futuro. España apuesta por una construcción biodegradable y energéticamente eficiente; Colombia imagina un pabellón habitado por mariposas; Estados Unidos recrea un lanzamiento espacial; Japón presenta a las algas como alimento del porvenir; e incluso se exhibirá una roca procedente de Marte.

La innovación tecnológica y la sostenibilidad estarán en el centro: movilidad limpia, energías renovables, inteligencia artificial y educación interactiva. La dimensión cultural también tendrá protagonismo con gastronomía, arte, manga, cómic y experiencias inmersivas. Se prevé la asistencia de más de 28 millones de visitantes.
Entre las marcas presentes destaca Cartier, que impulsa el Women’s Pavilion, un espacio dedicado a visibilizar el papel de la mujer en la transformación social y en la construcción de un futuro igualitario.

Desde la primera Exposición Universal en Londres en 1851 hasta las memorables ediciones de París 1889 o Sevilla 1992, estos encuentros han sido ventanas al porvenir. Hoy, más de medio siglo después de su primera edición, Osaka vuelve a acoger al mundo con un mismo propósito: imaginar un futuro común donde la humanidad, más que la tecnología, sea el eje de la transformación.