Anillo Mosaico Eternelle de Buccellati, buccellati.com.

Por: Nancy Hass    

Fotografía por: Danilo Scarpati

El mosaico, una forma temprana del arte decorativo, nació alrededor del siglo VIII a. C. en Anatolia en forma de pisos compuestos por piedras lisas de diversos colores. Algunos cientos de años más tarde, los romanos descubrieron que los mosaicos podían extenderse por las paredes en delicadas explosiones de color elaboradas con diminutos fragmentos de vidrio llamados tesserae (el término en latín significa “cubos” o “dados”). Pero fueron los bizantinos quienes perfeccionaron el uso de hojas de oro y plata en los mosaicos a partir del siglo IV d. C., adornando casi todo con brillantes fragmentos centelleantes. Buccellati, la casa joyera milanesa con más de un siglo de tradición, reconocida por grabar y cincelar metales preciosos en una delicada red semejante al tul, celebra este oficio en la más reciente versión de su anillo Eternelle. En oro amarillo y blanco de 18 quilates, engastado con 10 rubíes de corte carré, 20 tsavoritas facetadas y más de 200 diamantes redondos de talla brillante, es un homenaje resplandeciente al exuberante ornamento del estilo bizantino. 

Asistente de fotografía: Pietro Dipace.


TE RECOMENDAMOS