Redacción T Magazine México
El estudio es el corazón de Joy Spread. Allí nacen sus piezas esculturales: velas artesanales, portavelas monumentales, mobiliario impregnado de aroma e instalaciones que se perciben con los sentidos. Cada objeto está concebido para ser sentido, para atrapar la mirada y trascender lo funcional.
Al frente está Florian Meier, fundador, CEO y Director Creativo. Autodidacta en diseño, comenzó esculpiendo a mano las velas que no encontraba en el mercado: piezas con intención, capaces de detener la mirada. Experimentó con materiales y herramientas básicas hasta convertir aquellos primeros prototipos en el cimiento de Joy Spread. Hoy dirige la estrategia de la marca, el diseño de producto y la visión creativa del estudio. Su trabajo es íntimo: cada creación condensa un pensamiento, un sentimiento o una creencia hecha forma sólida. Como él mismo dice: “Transform the ordinary into something extraordinary”.
En el estudio de Joy Spread, el proceso es tan importante como el resultado. Allí se diseñan objetos, se ponen a prueba materiales, se desarrollan fragancias y las pausas creativas se convierten en parte de la evolución. Algunos días el espacio es silencioso; otros, bulle con aromas y velas curando en la mesa. A veces los clientes se acercan para conocer los procesos de cerca; otras, colaboradores entran a desarrollar ideas en tiempo real.
Y hay noches en que el taller se transforma en sala de estar: la mesa puesta, las velas encendidas, los amigos alrededor. Esa mezcla de laboratorio, hogar y refugio creativo encarna la esencia de Joy Spread: un universo vivo donde la forma, la luz, la fragancia y la emoción conviven en búsqueda del equilibrio.
