
Por Javier Fernández de Angulo
El descubrimiento de los procesos creativos, de esa parte no siempre visible de la creación, es cada vez más común en el mundo del arte. Los pintores abren sus estudios, los escritores sus lugares de trabajo, los fotógrafos publican los making of de sus proyectos y los músicos el detrás de las cámaras de sus conciertos. También los arquitectos. Bernardo Gómez Pimienta, Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa, acaba de presentar en la Academia de Arquitectura de París algunos de sus dibujos bajo el título Viajar, dibujar…, un compendio de sus viajes y visitas a lugares como las ruinas arqueológicas de la antigua ciudad maya de Yaxchilán, en Chiapas, en plena selva Lacandona, a orillas del río Usumacinta, que Gómez Pimienta dibujó detalladamente.
El antiguo Egipto también es protagonista en sus cuadernos de viaje (posee 30), en los que, junto a otros recorridos por el mundo, recoge los datos de sus travesías por el Canal de Suez y de sus visitas a la Gran Mezquita del Sultán Hasan, en El Cairo; a las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, y a la Gran Esfinge de Giza, trabajo pormenorizado en el que también se incluyen mapas y otros bocetos que el arquitecto utiliza como un ejercicio de resistencia de la memoria ante las fotografías.