Foto cortesía de la marca.

Redacción T Magazine México

En un paisaje blanco e inabarcable, Gucci presenta Altitude, su incursión en la ropa de alto rendimiento para el invierno. La colección propone una lectura del deporte no como espectáculo, sino como una forma de silencio y control. Inspirada en el equilibrio entre cuerpo y entorno, combina la herencia de la casa con la ingeniería contemporánea, trazando una línea directa entre la elegancia y la función.

El protagonista de la campaña es Jannik Sinner, embajador global de Gucci, que antes de dominar las canchas de tenis fue un joven campeón de esquí. Su presencia marca el tono de la propuesta, disciplina sin rigidez, potencia sin estridencia. Las imágenes lo muestran en movimiento sobre un horizonte nevado, reflejando una idea de ascenso que trasciende lo físico.

Las prendas revelan una precisión casi arquitectónica. Chaquetas con construcciones transpirables de tres capas, acabados resistentes al agua, cierres termosellados y bolsillos ocultos diseñados para el pase de esquí. Todo bajo una estética limpia, de contornos decididos, donde el gesto técnico se vuelve elegancia natural. El lujo, aquí, no grita; se sostiene sobre la compostura y la intención.

La colaboración con HEAD refuerza esa búsqueda de exactitud. La cápsula incluye esquís, bastones, tablas de snowboard, cascos y bolsos deportivos con la clásica franja Web de Gucci, reinterpretando la ropa técnica como una extensión del estilo. Más que un uniforme de invierno, Altitude es una declaración sobre cómo vestir el movimiento, sin perder la calma.

Foto cortesía de la marca.
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