Foto: Pani Jurek.

Redacción T Magazine México

Desde su taller en Polonia, Pani Jurek propone una nueva manera de entender el objeto. Su práctica, a medio camino entre el diseño y el arte, parte de una premisa esencial, las cosas no son estáticas, cambian con nosotros. Fundado por Magda Jurek y Michał Borecki, el estudio explora la interactividad como un principio vital del diseño contemporáneo.

Las piezas creadas en el taller se conciben como elementos de composición espacial, capaces de dialogar con su entorno y con quienes las habitan. Más que objetos funcionales, son extensiones del espacio que transforman la percepción del color, la forma y la materia. La pintura, presente en la formación de Magda Jurek, impregna cada creación con un lenguaje cromático propio, donde los matices reemplazan las palabras.

Foto: Tomo Yarmush
Foto: Mood Authors.
Foto: TRN Pendants.

La cerámica ocupa un lugar central en su universo. En manos de Pani Jurek, este material ancestral se vuelve laboratorio y lenguaje. Cada objeto nace de la experimentación, del respeto profundo por la técnica y sus límites, pero también del deseo de romperlos. La funcionalidad nunca desaparece, solo se reinterpreta desde la sensibilidad.

El trabajo del estudio ha sido reconocido por instituciones como el Museo Nacional de Cracovia y el Museo Nacional de Varsovia, que resguardan varias de sus piezas. En ellas, el diseño se convierte en un acto de observación y de escucha, una forma de arte aplicada que trasciende lo utilitario para convertirse en poética del habitar.


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