Por Gisela Williams
Frankfurt, la capital financiera de Alemania, no es necesariamente conocida por una escena creativa que, aunque pequeña, existe: artistas como los escultores Tobias Rehberger y Martin Wenzel viven y trabajan en la ciudad, el DJ Ata Macias es dueño del animado Café Plank!, en el Bahnhofviertel, un barrio cercano a la estación principal, y desde su apertura en 2016, el elegante hotel boutique Libertine Lindenberg ha atraído al histórico barrio de Sachsenhausen visitantes con inclinaciones artísticas.
El pasado noviembre, el Libertine inauguró un bar en la planta baja llamado Toko & Bar inspirado en los sabores y la artesanía indonesias –Lindenberg, el grupo hotelero detrás de la propiedad, también posee un hotel de surf en Bali– y ofrece cocteles con ingredientes como hojas de lima kaffir y rosella. Entre los aperitivos se encuentra el Drunken Gurk, un pepino en escabeche servido con un toque crujiente de maní y un trago de un potente licor de arroz indonesio llamado arak. Las mesas están dispuestas con textiles y cubiertos de bronce encargados por el hotel y fabricados por artesanos balineses.
www.thelindenberg.com