A la izquierda: chaise longue Vallée Blanche y lámpara de pie G21, diseñadas por Pierre Guariche y reeditadas por Ligne Roset. A la derecha: silla Tonneau, asiento de madera contrachapada moldeada de Pierre Guariche, recreado por Ligne Roset. Crédito: Cortesía de Ligne Roset.



Megan O’Sullivan

En 1962, el diseñador francés Pierre Guariche creó una colección para La Plagne, una estación de esquí en el valle alpino de Tarentaise, en Francia. Entre las piezas se encontraba una chaise longue tapizada en lana llamada Vallée Blanche, diseñada para reflejar las curvas de las montañas y nombrada así por la pista de esquí más larga del mundo.


Al año siguiente, la silla fue galardonada Salon des Arts Ménegers, en París, y hoy forma parte de la colección permanente de diseños revolucionarios del Centro Pompidou.


Más de 60 años después de la creación de Vallée Blanche, el fabricante francés de muebles Ligne Roset lo reedita como parte de una colección de 16 piezas de mobiliario e iluminación de los archivos de Guariche que datan de los años 50 a los 70. “Queríamos prolongar la vida de estos modelos históricos”, afirma Simone Vingerhoets-Ziesmann, vicepresidenta ejecutiva de Ligne Roset. Para garantizar una recreación fiel, la empresa fue más allá de simplemente referirse a los dibujos. “Compramos los diseños originales existentes de Guariche y los estudiamos”, comenta Vingerhoets-Ziesmann. “Para la Vallée Blanche, solo quedaban cuatro unidades”.


Los diseñadores de Ligne Roset conservaron la estructura original de Guariche, fabricando la base en forma de araña con acero soldado y utilizando espuma de poliuretano, un material duradero de alto rendimiento, para el cojín de la silla. “Queremos que se abrace la funcionalidad”, dice Vingerhoets-Ziesmann. Otras piezas recuperadas incluyen la silla Tonneau de curvas suaves, cuyo asiento se forma a partir de una sola pieza de contrachapado, y el sofá G10, un sillón tapizado con paneles de contrachapado.

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