
Redacción T Magazine México
Hassan Emilio Kabande Laija, A.K.A Peso Pluma, nacido en Guadalajara y convertido en ícono global, se subió al escenario del Rockefeller Center para recibir un nombramiento inédito: ser el primer embajador mexicano de la Semana de la Moda de Nueva York (NYFW). La distinción, otorgada por el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA), lo coloca en un lugar reservado a quienes transforman la cultura contemporánea.
Su presencia inaugura un nuevo capítulo en la relación entre moda y música. Al lado de figuras como Thom Browne, Michael Kors, Anna Sui, Anok Yai y Young Miko, Peso Pluma se convierte en el rostro de la temporada Primavera/Verano 2026 y en una voz que encarna la fuerza de la comunidad latina en uno de los escenarios más visibles de la moda internacional.
Este nombramiento no ocurre en el vacío, su trayectoria reciente habla de un artista que cruza fronteras con naturalidad. Ha encabezado festivales como Rolling Loud California y Sueños en Chicago, prepara su aparición en ComplexCon Las Vegas y mantiene una cifra que lo sitúa en lo más alto de la industria: 38.5 millones de oyentes mensuales en Spotify. A la música la acompaña un álbum aclamado, ÉXODO, y colaboraciones que van de Karol G a Tiësto, de Cardi B a Quavo.
Pero lo que lo distingue no es solo su alcance comercial, sino la autenticidad con la que ha reinventado la música mexicana, fusionando corridos con sonidos EDM, urbanos y contemporáneos. Ese mismo espíritu de mestizaje cultural se traduce ahora en su influencia estética. Su debut en la pasarela de Thom Browne a principios de año fue apenas una antesala de esta consagración como embajador de NYFW. Más allá de las cifras y los premios —incluido un GRAMMY en 2024—, el gesto simbólico es claro: Peso Pluma encarna el presente de la cultura mexicana en el mundo, a pesar de las críticas relacionadas con su estilo musical, denominado “corridos tumbados”. Ya no se trata solo de música, sino de estilo, identidad y poder cultural.