Gaia Alari frente a un muro de polaroids y dibujos que acompañan su proceso creativo. Crédito: cortesía de la artista.

Redacción T Magazine México

Hay artistas que dibujan con la urgencia de dejar testimonio; Gaia Alari, en cambio, parece hacerlo con el pulso secreto de quien escucha lo que no se ve. Cada línea que traza guarda la fragilidad de un cuerpo y, al mismo tiempo, el dinamismo ritual de formas femeninas, flora, fauna y danza. 

Nacida en 1988 en Italia, Alari se formó en Medicina y Cirugía entre 2009 y 2016, mientras de manera autodidacta cultivaba su lenguaje artístico. En medio de atlas anatómicos y estudios clínicos, descubrió que su verdadera vocación no era registrar diagnósticos, sino dibujar las grietas invisibles de la vida. Así eligió el papel como territorio y, más tarde, la animación como forma de andar. 

Recuerdo un día, que scrolleando en Instagram, descubrí una de sus animaciones, se trataba de una danza entre mujeres, gansos y flores; un vuelo incesante de formas silvestres, me conmovió tanto que pensé “ella sabe exactamente cómo me siento hoy”.

Formas que se entrelazan para contar una historia. Crédito: cortesía de la artista.
Su obra habla de recogimiento. Crédito: Colector Gallery 2025.

Su práctica, radicalmente manual, desafía la maquinaria digital: cada proyecto es tejido a mano, a menudo en solitario, como si en cada trazo latiera un mantra. Desde 2020 dirige y anima videoclips y piezas comisionadas —para artistas como Alessia Cara y Coldplay— siempre fiel a la obstinación del dibujo. En 2021, su imaginario alcanzó un nuevo escenario con la portada y las ilustraciones centrales del New York Times Magazine del 3 de junio, que acompañaban el ensayo “Walnut and Me” de Sam Anderson. Esa colaboración, reconocida con múltiples premios en Estados Unidos, consolidó su presencia en la esfera internacional.

Cuerpos en flor, color y papel. Crédito: cortesía de la artista y Collector Gallery 2025.

El reconocimiento ha llegado también desde The New Yorker, el MoMA y espacios de exhibición como el Centre Pompidou en París, la Milan Art Week y la muestra pública Straperetana, Iperfamiglie en Italia. Actualmente colabora con Colector Gallery (Monterrey, Dallas, Houston), donde presenta su exposición individual Gentle Acts of Resistance, un conjunto de obras en papel y videoanimación que exploran la ternura como forma de subversión.

Ahora, Alari trabaja en su primer cortometraje animado, What Comes at Night, producido por La Cellule Productions (Francia): una exploración íntima sobre lo que emerge en la penumbra cuando la mano sigue dibujando, aun después de que todo lo demás se detiene.


TE RECOMENDAMOS